El consumo de más vegetales
tanto frutas como verduras en nuestra vida diaria no sólo nos dará más
vitalidad y salud sino que también ayudará al medio ambiente.
Una de las principales aportaciones a esto es menos consumo de agua: la producción ganadera requiere más agua que los cultivos. Algunas estimaciones calculan que para producir un kilo de carne se requieren aproximadamente 18,500 litros, mientras que una porción de arroz sólo necesita 25 alrededor de 100 litros. Sabías que consumir un pequeño bistec es el equivalente de tomar 50 baños.
Ahorro de combustible: el
transporte y la refrigeración de la carne requiere más combustible.
Protección de las áreas
verdes: millones de hectáreas de tierras, inclusive bosques, son
utilizados para alimentar y almacenar a los animales de donde proviene la
carne.
Reducción de gases efecto
invernadero: la carne contribuye a una mayor liberación de gases de efecto
invernadero, mismos que ocasionan el calentamiento global. El simple hecho de
refrigerar la carne produce 37% de la emisión de metano generado por la
actividad humana.
Reducción del consumo
de plástico: la carne, por su tendencia a descomponerse rápidamente se
vende en paquetes de plástico. Normalmente todo ese plástico termina en los
basureros, lo contrario de las frutas, granos o verduras que no necesitan este
tipo de material para permanecer en buen estado.
Si se te es muy difícil dejar la carne podrías dejarla al menos una o dos veces por semana, no solo tu cuerpo sino el medio ambiente te lo agradecerán.
Si se te es muy difícil dejar la carne podrías dejarla al menos una o dos veces por semana, no solo tu cuerpo sino el medio ambiente te lo agradecerán.
Abril Alejandra González Gallegos
Arisbeth Ramírez Pérez
Jorge Darío Sosa Méndez
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