Soluciones
Durante
este curso, hemos analizado desde diferentes perspectivas los problemas que
afectan nuestro bienestar humano, así como el bienestar ecológico. Día a día
nos topamos con diversos ejemplos del desequilibrio en las interacciones del
ser humano con el medio donde habita. Desde
el niño que tira la basura en la calle sin ser reprendido por el adulto, hasta
los constantes y variados cambios de clima que se pueden dar en un solo día en
la ciudad de Monterrey, son pocos de los muchos eventos que indican que urge un
cambio total en la conducta de los seres humanos si deseamos evitar lo que tal
vez para muchos sea algo totalmente exagerado, pero que debido al modo de vida
que hemos adoptado puede llegar a pasar mucho más pronto de lo esperado: “el
fin del mundo.”
Lo alarmante aquí es que los cambios tan drásticos
de clima, que todos los involucrados en este curso hemos podido apreciar, en
lugar de alarmar a la sociedad, únicamente le ha servido como una distracción
más, ya que ésta únicamente lo ha tomado en cuenta para poder actualizar su “estado”
en Facebook, en lugar de preguntarse qué es lo que está causando ese desequilibrio
ambiental y hacer algo para evitarlo, involucrarse. Sí, vivimos totalmente
enajenados del problema.
En
los acuerdos de la Agenda 21 y en los objetivos de la Declaración del Milenio,
podemos observar como las naciones se han unido en la búsqueda de soluciones
efectivas para combatir los problemas ambientales,
así como en la búsqueda de un desarrollo sustentable. Pero todo lo establecido
dentro de ellas es algo que recae demasiado en lo utópico. En lugar de
acercarnos de manera paulatina, pero eficaz a la solución de esos problemas,
nos estamos alejando cada vez más. Sólo un ciego no se daría cuenta de esta
situación y los gobiernos a pesar de establecer está clase de compromisos,
tienen prioridades que van totalmente en contra del tan prometido y anhelado
desarrollo sustentable. También habría que tomarse en cuenta que mientras los
gobiernos no sean capaces de satisfacer las necesidades primarias de los ciudadanos,
éstos jamás podrán ocuparse o darle prioridad al medio ambiente. Por más que
tengamos conciencia de los problemas ambientales y queramos contribuir para
evitar los mismos, simplemente no podríamos.
Tomemos
el ejemplo de una madre sola que tiene que trabajar, estudiar, sale de su casas
a las 6 AM y regresa a las 8 PM para cenar junto a su hijo pequeño de 4 años,
preparar las cosas para el siguiente día e irse a dormir. Ella ha adoptado el hábito
de comprar platos desechables ya que lavar los trastes le quitaría tiempo que
no está dispuesta a invertir, ya que se ha hecho la idea de que no cuenta con
él. Y así es como el consumismo funciona y afecta a nuestro planeta. El consumismo
convence a las personas de la necesidad por algo que facilita sus complicadas
vidas, pero en ocasiones, en realidad si lo hace. Entonces hay muchos puntos
que tendrían que analizarse. La madre soltera, en este caso, es totalmente consciente
de que obviamente si dejará de utilizar platos desechables estaría ayudando a
evitar la producción excesiva de basura
y que a su vez sería un ahorro monetario enorme. También ella sabe que si se tomara el tiempo para lavar
tratos, dormiría menos, ya que únicamente podría lavarlos después de cenar y
haberse preparado para el siguiente día, cosas que tal vez podría afectarle en
su trabajo de medio tiempo por la mañana o en su rendimiento escolar. También
podría pensarse que tal vez si dejara de trabajar o de estudiar, la ayudarían a
tener tiempo, pero en su lista de prioridades estudiar para conseguir un mejor
trabajo y poderle dar a su hijo una mejor calidad de vida, descartan totalmente
la posibilidad de que ella comience a lavar platos. Entonces el problema podría
intentar resolverse desde otro punto: evitar los embarazos en adolecentes y así
reducir la cantidad de madres solteras, que estudian, trabajan, y recaen en el
consumismo para facilitar sus vidas. También se podría prohibir la venta de
platos desechables, lo cual traería para las fabricas productoras de estos
productos un grabe golpe en su economía y dejar a muchas personas sin empleo. Se
podría entonces proponer una producción moderada del producto, que se realice
un estudio minucioso de las consecuencias que trae para el planeta incrementar
la producción, al incrementar la demanda del producto. Y que sólo se produzcan
cantidades con las que el planeta pueda lidiar aunque no se cumpliera con la
demanda, o en dado caso que se puedan reciclar. Pero está no es una idea muy
agradable para el capitalismo que nos rodea y del que todos somos víctimas y en
caso de que se nos brindara está oportunidad, cuántos de nosotros nos
tomaríamos la molestia de reciclar, tomando en cuenta que para reciclarlos se
necesitaría eliminar cualquier producto orgánico de el plato desechable. Y pues
lo que se desea evitar generalmente es la fatiga y el hecho de de no tener la costumbre
de reciclar implica un doble esfuerzo, es fuerzo que muchos de nosotros no
estamos dispuestos a hacer.
Tal
vez en el caso anterior, no habría mucho que hacer y tal vez si fuese el único
caso, no sería necesario hacer mucho ya que no afectaría de manera grave al
planeta. Todos sabemos que consumir es parte de nuestras vidas, necesitamos
comprar alimentos para subsistir, el agua no es gratis, tenemos que vestir y
calzar, tenemos que tener un teléfono móvil
para poder comunicarnos en cualquier emergencia (todos sabemos que nuestro Estado
no es un lugar muy seguro) también necesitamos una computadora y acceso a
internet para no estar en desventaja con otros estudiantes y que muchos de los
profesores exigen en cierta manera. Existen muchas cosas que tenemos pero que
necesitan ser valoradas y también se necesita saberles dar el uso correcto. Se necesita conciencia.
Abordando
los problemas ambientales y el desarrollo sustentable desde el punto de vista pedagógico,
este curso nos ayudó a reforzar nuestra eticidad con respecto al medio
ambiente, cabe resaltar que no a todos. Ya que para algunos es demasiado tarde,
va a ser imposible deshacerse de esas malas costumbres que los han acompañado
toda la vida y que afectan directamente a nuestro planeta. Si hubiese una ley
que te indicara que únicamente puedes adquirir un celular cada 5 años, tal vez se
acusaría al gobierno de comunista, incrementaría la corrupción y ahora
existirían carteles de tráfico de celulares. Entonces lo que nuestro equipo
propone, como solución a estos problemas, es incrementar en el currículo de
preescolar, primaria y secundaría, cursos secuenciales de “Ambiente y
Sustentabilidad” adecuado a la capacidad intelectual de cada grado. Y así forma
a ciudadanos enamorados de su planeta y conscientes de que cada acción que
tomen va a afectar directamente a su medio ambiente. Incrementando así, la
coherencia en cada acto que se efectué, tomando en cuenta todas las consecuencias.
Diego Patricio Soto
Andrea Berenice Trujillo
Brenda Guadalupe Gonzalez
Viniza Lopez
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