Jamaica es renovable.
Por: Nallely López Ovalle
Daniel Muñoz Chávez
Fátima Aideé Salazar Hernández
Cada vez es más común escuchar que países con un gran desarrollo económico están mirando hacia el futuro e implementando nuevas tecnologías para la producción y acumulación de energía a partir de fuentes renovables, y aun cuando siguen siendo estos países los mayores consumidores de energía, habrá que admitir que son lo más interesados en invertir en la búsqueda de alternativas energéticas, por lo que en muchos casos tecnología de energía renovable suena casi como un sinónimo de mucho poder y riqueza.
Jamaica nos demuestra que no es así.
La isla caribeña ha sido durante la historia reconocida por su música, sus atletas de gran potencial físico, sus hermosas playas, etc. pero jamás por su poder económico (muy lejos de las potencias del "primer mundo"). No obstante, el actual gobierno ha apostado a la inversión de capital en energías renovables, que le permitirán aprovechar más sus numerosos días soleados y las constantes corrientes de aire con que cuenta la isla. La riesgo de la apuesta es mínimo, pues reducir los costos de la generación de energía propicia el crecimiento de los pequeños comercios, al igual que ayuda a cubrir de una manera más económica algunas necesidades básicas de la población que vive en pobreza extrema o que habita lugares lejanos a las redes de luz eléctrica.
La apuesta de Jamaica, aplaudida en su mayoría, habrá de ser seguida de cerca por todos para ser testigos de sus resultados, por mi parte auguro que serán positivos.
El ejemplo de Jamaica no nos debería ser ajeno, menos a las personas del norte del país, zona que cuenta con grandes represas para el abastecimiento de agua, larguísimas etapas de intenso sol, y temporadas de fuertes ventarrones. Los grandes recursos naturales renovables de nuestro país están siendo desperdiciados, mientras que los recursos no renovables y esenciales para nuestra subsistencia están siendo sobre-explotados.
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