miércoles, 17 de abril de 2013

¿Hierba mala nunca muere?


Como bien es sabido, el hombre es (aparentemente) el único animal racional que habita en este planeta y aprovechando esto, ha buscado establecer el mayor grado de bienestar y conformismo que le permita vivir bien. En ocasiones esta necesidad ha afectado su entorno, a la Naturaleza misma que le ha permitido permanecer todo el tiempo que ha estado en la Tierra y que a causa de sus acciones, perjudica el equilibrio ya constituido.

Pero ese no es el motivo principal de este artículo. Más bien es sobre una especie de medusa que ha causado revuelo e interés en el campo de la ciencia biológica, debido a que este ser marino es el único conocido del Reino Animal que puede regenerarse a tal grado que logra regresar a su estado juvenil después de haber alcanzado su madurez sexual (ser adulto) e incluso haber tenido la capacidad de reproducirse anteriormente.El nombre de esta especie es Turritopsis Nutricula



Este hecho se da gracias a un proceso conocido como transdiferenciación en el cual cualquier célula es capaz de  transformarse en cualquier otra (no aplica en la célula madre) y esto le posibilita que su ciclo de vida parezca infinito, además de que esta transformación puede darse en cualquier etapa de la medusa. Es decir, puede pasar de ser maduro sexualmente al estado pólipo y viceversa (cuantas veces quiera) sin problema alguno. Por tanto, al tener esta habilidad, su cuerpo (por así decirlo) nunca envejece, lo que ocasiona que no muera “naturalmente”. 


Tras esta información proporcionada, hay que tomar en cuenta las dos caras de la moneda: por un lado, es benéfico el hecho de saber que se puede llegar a un nivel cercano de inmortalidad confirmado por la existencia de esta especie, se pueden hacer más estudios e investigaciones al respecto para encontrar la respuesta a este suceso y poder aprovecharlo para… pues ¡quién sabe! Lograr vivir más tiempo y así tener la oportunidad incluso de conocer otros planetas en el Universo (se vale soñar, ¿no?) aunque siendo sinceros, la natalidad y la mortalidad aún permiten regularizar la cantidad de seres vivos en nuestra ya afectada Tierra; o también, en el área de la cosmetología y la anatomía, tener la capacidad de regenerar órganos o partes del cuerpo para que podamos mantener la salud y no depender tanto de cirugías estéticas o de las listas de espera por algún donador de hígado, corazón, córnea o incluso de partes del cerebro.


El lado negativo es que esta especie era originaria del Caribe y actualmente se ha extendido en todo el mundo, como si se tratase de una invasión silenciosa que pocos se han percatado de ello. De ser así, de que esta medusa logre reproducirse mucho más que llegar a perecer, tendríamos una plaga que podría incluso afectar el ecosistema marino y que en el peor de los casos, también al terrestre, llegando a desatar el caos y perder esa homeostasis que la misma Naturaleza ha regulado por miles de años… pero no hay que ser tan fatalistas, aquí solamente adjuntamos un tema de interés.


Para concluir, si la ciencia logra avanzar y desarrollar esta curiosa particularidad, sólo queda esperar que sea en beneficio de todos y no de unos cuantos, además de que se piense en las consecuencias de dicho acto. 


Odette Abisaí Coronado De Koster
Abigail Yazmín Cruz Tenorio
Omar Adrián Serna Monsiváis


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