domingo, 3 de marzo de 2013

La Tierra y el Hombre.


¿Cuánto nos costaría extraer dióxido de carbono del aire e introducir oxígeno? Eso que hace la naturaleza gratis. Se puede estimar lo que nos costaría reemplazar la naturaleza. Bueno, el doctor Robert Constanza hace varios años estimó que nos costaría 35 billones de dólares al año hacer lo que la naturaleza ya hace gratis. Para entenderlo, de haber sumado todas las economías anuales del mundo entonces se habrían recaudado 18 billones. Así que la naturaleza nos estaba dando el doble de servicio que las economías del mundo
-David Suzuki, en el documental The 11th hour.

En actualidad, el hombre promedio ha sido educado para encajar en una sociedad que busca el progreso. El progreso se entiende como aquello que se debe hacer con el fin de mejorar la condición humana, de su estilo de vida y siendo una de las características principales del hombre el crear herramientas que le facilitan su andar por el mundo, ha enaltecido la tecnología para alcanzar el progreso. Así, como nuestros antepasados fueron creando instrumentos que les servían para no ser tan vulnerables al medio que los rodeaba, el hombre actual busca conseguir las últimas tendencias de la tecnología para demostrar superioridad ante los demás. Sigue escudándose en sus artilugios para ocultar su debilidad. Sin embargo, se ha vuelto fanático de su creación, olvidándose de dónde procede él mismo: la naturaleza. Se cree desligado incluso después de que se basa en muchos modelos de la misma para desarrollar su “invento”. 

Otra cosa que la educación oficial actual (las escuelas) busca es crear personas que sean competentes para desarrollar un trabajo, sin importar lo demás. El fin de la educación ha sido trastornado de tal manera que su única aspiración es generar dinero. De esta manera, el hombre se vuelve una especie de máquina que repite las acciones de trabajar, comprar, tirar, trabajar... y así hasta que muere. Trabaja para poder tener dinero para comprar las cosas de última generación que hay en el mercado para después tirarlas porque ya no sirven por la obsolescencia programada y sigue trabajando para seguir con este ciclo vicioso.

El gobierno usa como excusa, entre otras cosas, que no hay materia suficiente para llevar a cabo los programas de ecología y desarrollo sustentable. La sociedad está muy ocupada pensando en los resultados a corto plazo de sus planes como para pensar en lo que vendrá después. Las consecuencias serán nefastas para la raza humana, pues como la ciencia gusta de afirmar, los factores que permiten la vida están aquí, en el planeta tierra, y en ningún otro existen.

El ser humano es un organismo que de cierta forma imita lo que ocurre en la Tierra. Realiza procesos llamados ‘homeostáticos’ para lograr el equilibrio necesario para que la vida ocurra. Un ejemplo de estos procesos es el que se lleva  a cabo para que haya una adecuada temperatura. En el ser humano oscila entre 35 y 37°C. Si por alguna razón baja o sube más de ese rango, se corre un riesgo importante de perder la vida. Es lo mismo con el planeta Tierra.

Cuando un microorganismo empieza a reproducirse en nuestro cuerpo y daña nuestra salud, nuestro cuerpo reacciona ante éste y lanza una oleada de defensas para expulsarlo, así la Tierra también tiene la capacidad de sanarse a sí misma. Ha pasado antes, y volverá a pasar si nuestra cultura no es modificada para que nosotros ayudemos a sanar a nuestro planeta para que nos permita seguir coexistiendo junto a la naturaleza.

Si de verdad nos preocupamos por nosotros, si de verdad queremos mejorar nuestra calidad de vida seremos conscientes de que si no hacemos algo, nuestra permanencia en este mundo puede llegar a ser deplorable y que no somos tan fuertes como creemos, no somos invencibles y si estorbamos, la naturaleza buscará prevalecer, con o sin nosotros. 


Odette Abisaí Coronado De Koster
Abigail Yazmín Cruz Tenorio
Omar Adrián Serna Monsiváis 

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