Hablar de contaminación ambiental
Viniza López Arenas
Andrea Berenice Trujillo Moncada
Brenda González
Diego Patricio
Maria Fernanda González Armendáriz
Andrea Berenice Trujillo Moncada
Brenda González
Diego Patricio
Maria Fernanda González Armendáriz
Hablar
de contaminación ambiental, de
calentamiento global, de que tenemos que reciclar, de que estamos a punto de
terminar con el planeta, son temas con los que todos de cierta manera nos
encontramos relacionados. Sabemos del problema, sabemos lo que podemos hacer
para evitarlo, pero nos cuesta trabajo. Vivimos con el problema de
contaminación día con día y no somos capaces de encontrar soluciones efectivas.
Nos acostumbramos a vivir rodeados de basura, en nuestra casa, en la calle, en
la escuela, en todas partes. Basura que, en su mayoría, ha estado en la tierra
más tiempo que nosotros y que nos va a ver partir.
Tal
vez en nuestra casa empleemos algunas acciones que de cierta manera benefician
el ambiente. En mi casa, por ejemplo, nos hemos dado a la tarea de reciclar, de
ahorrar agua y de reducir el consumo de energía eléctrica. No es una labor
sencilla, ya que cuesta trabajo eliminar todos esos malos hábitos con los que
hemos crecido. También por el otro lado, muchas veces resulta algo
incongruente.
Nos
tomamos el tiempo para separar la basura, tradición que mi madre nos ha
heredado, pero cuando pasa el camión de la basura, se lleva ese esfuerzo. Es
esforzarte para nada, ya que ellos revuelven, aplastan todo por igual y todo
termina, donde mismo.
En
Estados Unidos el sistema es completamente distinto, viví durante un tiempo en
Saginaw Tx, el gobierno proporciona botes de basura especiales para reciclar
y hay camiones específicos encargados de recoger
sólo los desechos que les corresponde. Ahí si vale la pena el esfuerzo y esto influye mucho en la gente. El hábito es mucho más fácil de adquirir, ya
que se le da seguimiento. Se tiene un
objetivo que se cumple y que la gente puede ver reflejado a su alrededor.
Al
platicar de las medidas que empleamos en mi casa para beneficiar al medio
ambiente, he llegado a escuchar muchos “para qué,” y también he llegado a
pensar que tienen toda la razón, es nadar contra marea. El único beneficio que
hemos logrado es en la cuestión económica. Nuestro recibo de luz no llega a los
$250 MNX y el recibo del agua no pasa de $40 MNX.
Para
cuidar el agua en mi casa, procuramos
arreglar las fugas de agua en cuento aparecen, utilizamos en agua que desecha la lavadora para otras labores
domestica, lo cual es tedioso y lleva una inversión de tiempo. Cuando lavamos
tenemos que estar al pendiente de cuando la lavadora primero desecha el agua con
jabón, esa está destinada para la taza del baño. Después de 20 min, tenemos que
juntar el agua que se utilizó para enjuagar
la ropa, agua que utilizamos para trapear y lavar el carro. También
utilizamos detergentes “biodegradables,” que por el contrario de lo que la
gente piensa, suelen ser los más económicos. Sólo es cuestión de leer el
empaque antes de adquirirlo.
Otra
cosas si son más sencillas, como desconectar aparatos eléctricos que no estén
en uso, lo famosos “vampiros.” el Nada está encendido en mi casa sin propósito
alguno, sólo el refrigerador, pero ese si tiene un propósito. El uso de “focos
ahorra luz”, también es otro factor que nos beneficia, tal vez estos no sea tan
económicos, pero además de proporcionar
cierto grado de ahorro de energía eléctrica, son de larga duración y para mí la
luz que proporciona es de mayor calidad. También, realizamos la labor de
comprar aparatos que utilizan baterías recargables, pero cuando no se puede
y las baterías dejan de funciona, las
juntamos y voy y las dejo en la Facultad de Trabajo Social, la verdad no estoy
muy segura de que hagan con ellas, ya que cada vez que voy, me parece que las
mismas pilas siguen ahí, pero mínimo está contaminando lejos de casa.
Lograr
remediar el daño que le hemos caudado al medio ambiente parece algo
completamente imposible, es todo un sistema lo que habría que modificar y años
los que se tiene que invertir para lograr un retroceso significativo de la
contaminación. Pero podemos empezar modificando algunos hábitos, que podemos
transmitir de generación en generación y
tomando en cuenta los beneficios económico que nos ofrece el reducir el consumo
de cosas que contaminan nuestro medio ambiente. Tomar conciencia es algo
difícil, ya que se necesita invertir tiempo. Aunado a eso también habría que
considerar que otro problema de la inseguridad, el cual no nos deja
concentrarnos lo suficiente en otros problemas de mayor importancia y con
consecuencia tal vez peores, sólo por mencionar un ejemplo.
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